Parece mentira que hace ya diez años que se lanzo al mercado el primer título de la ya conocida franquicia de juego de zombies "Dead Rising" pero en este dos mil dieciséis aun en curso se nos sorprende con una excelente muestra de lo que aun puede ofrecer esta serie de juegos con su algo renovado y arraigado a sus raíces Dead Rising 4, lo que se puede decir de este juego en especifico es el hecho de que su historia y desarrollo en general, sobre todo de su modo campaña nos hacen recordar a su primer juego, ademas de que su metodología de recompensas y armas también ha sido renovada capturando el interés de sus potenciales jugadores desde el primer momento. 

Después de una semana sólida de espectáculos back-to-back, he casi llegué a enfrentarse con el nuevo vocabulario visual del Guitar Hero Live. Es una bolera de tres carriles donde los iconos ergonómicos desplazarse sin problemas en rango barra de rasgueo, una ventisca de púas en blanco y negro y en el Allsort regaliz extraña a toda velocidad por la carretera de la guitarra cuello interminable familiar. Ha tomado algún injerto física y un poco de cableado mental, pero el aumento gradual del nivel de dificultad se siente como que ha valido la pena: hay matices agradables para descubrir uno de los patrones de tarjetas perforadas desafiantes.

También se siente apropiado para el tema en cuestión. Álbumes destacados de antaño se arreglaron con la última tecnología de producción, digitalmente pulido a un brillo para justificar ser revendido a una nueva generación. Para cualquier persona que ejercía un instrumento de plástico en el pasado, Guitar Hero en vivo se siente como algo similar: un clásico que le invita a remasterizar ella.

Pero si algo se ha perdido en esta decidido impulso para hacer que un mecánico muy gastado parece nueva, es que en los anteriores juegos de Guitar Hero, se sentía más fácil de improvisar en los niveles de dificultad más altos. Frente a un solitario laberíntica que parecía un roadie había inclinado accidentalmente un cuenco de M & Ms sobre su carretera, que podría a veces deja que tus dedos se apoderan, intuyendo las entradas gatling-gun necesarios para bodge su camino a través.

Los botones de dos pisos del nuevo controlador de Guitar Hero restringen ese sentido de widdly abandonar, exigiendo la atención mucho más cercana y aplicación. Todavía puede ser satisfactorio para el as de los skittering, tropicana calado de una pista como Girls por el 1975, pero se siente más como un logro intelectual. Me tomó un tiempo para averiguar lo que me recuerda a los iconos en blanco y negro y rápidos de pero fueron los chevrones entrelazados con trozos de un viejo rompecabezas serpiente de Rubik. A nivel de expertos, Guitar Hero Live, para bien o para mal, le hace cosquillas a algunos de los mismos centros cerebrales.